lunes, 31 de diciembre de 2012

Tazas de café y emociones afines


Sentirse completo.

Encontrar en otro ser ese galón de miel que llena aquel vacío. Aquella tempestad de emociones que buscan ser suplidas por una (O varias) persona.
Encontrar felicidad.

¿Un reto?

"Que pregunta infantil" digo, después de releer lo que escribo.

Encontrar algún tipo de felicidad, e incluso superar la infelicidad es increíblemente difícil. Es la mayor carrera de obstaculos presente en nuestras vidas, y sin embargo yo la planteo como lo más fácil, verosímil y alcanzable de este trecho.

Que ingenuo..¿No?

Más que una lágrima, es una promesa corriendo por la planicie de las esperanzas. Es ser.. Y no ser, al mismo tiempo. Es el dolor punzante de una aguja atravesandote el alma. Es el frio y el sabor a amargura, presente en una taza de café mal hecha, un lunes a las 9:37 a.m

miércoles, 19 de diciembre de 2012

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Estabamos sentados en un colchón en el piso. Mi cuarto todavía no había recibido la nueva cama que esperaba, quizá con ansias. El vacío que tenía adentro del pecho hacia juego; Que hermoso maridaje.

Estabas lastimada, llorosa, pero con la frente en alto. Denunciabas a los 4 vientos y entre sollozos y respiraciones cortadas, proclamabas y anunciabas aquel dolor irreparable que te había causado.

Llanto, angustia, sabor a metal y ansiedad.

Poco después, un avión, un viaje, tierra de nueva york. Conmigo me llevo mi angustia.

Me acompañan caras de orto, que reaccionan ante la mierda que tengo adentro. Toman mi interior, lo procesan, y me lo devuelven. Me tratan con desdén. Me sulfuran.

Extraño mi argentina nativa. En una semana volvería, lo sé, sin embargo extraño.
Extraño un par de manos que puedan mimarme. Las palabras viajan rápido por internet, pero no me alcanzan. Necesito el roce, el toque, una mirada comprensiva, dos o tres palabras de consuelo y un cuerpo que me otorgue el placer que me haría volver a sentirme un poco más entero.

No puedo conmigo mismo. Me siento diminuto. Estar en la cima del Empire State.. no ayuda.

La estatua de la libertad me mira, con los mismos ojos que hace mucho tiempo prometía a migrantes la tierra soñada. Hoy busca prometerme a mi que todo podría volver a estar bien. O quizá que todo se trata de ciclos, donde me reciclo una y otra vez.


Quedo desnudo ante la inmensidad.

No literalmente al menos, eso sería ilegal... creo.

Me destripo y limpio de lo innecesario. La vida me limpia como a un pescado, me pone a la parrilla y me digiere.

No sé como seguir esa metáfora que acabé de decir.. En otro momento quizá se me ocurra algo inteligente y profundo.

Me siento choto.

Me siento mierda.

Me siento solo.

Me siento.





Siento.

MI blog. MI yo.

Este blog pasó por muchas. Por un yo despechado, por un yo enamorado, por un yo idiota, por un yo pedante, por un yo orgulloso.

Este blog pasó por MI.




Este blog son MIS cambios. Los leo y me siento un imbécil, pero ese imbécil fui yo.

Podría borrar las entradas para parecer un ser inteligente, culto, medido con sus emociones.

Pero no.



Este fui.

Este soy.


Este es mi blog.

Este soy yo.

Este fui yo.